El abigeato ha alcanzado alarmantes proporciones en la región, según reconocen autoridades y empresarios.
Ayer, el empresario José Marín, dueño del Frigorífico Agromarín, declaró: “El negocio está muy calzado en el campo, mucho más si le siguen robando lo que le están robando y al final el productor y el ganadero no pueden solventar su negocio si al final de cuentas le robaron la mitad de su capital”.
Marín expresó que el robo de animales ha alcanzado tales proporciones que amenaza con afectar la sustentabilidad de la actividad agroindustrial y, además, podría tener incluso serias consecuencias sanitarias. “Hay un tema sanitario de por medio, pues si hay un faenamiento clandestino no hay inspección médico veterinaria. Y los ovinos se caracterizan por tener muchos problemas de parasitismo con enfermedades muy importantes en términos de la salud humana, como la hidatidosis que ha aumentado en la población infantil por causa del contacto con perros y gatos infectados. Pero esos animales no se infectan por nada, sino porque consumen vísceras infectadas y como esas vísceras infectadas no son controladas por el Servicio de Salud porque lo hacen los frigoríficos, esas vísceras provienen del faenamiento clandestino”.
Al respecto, la seremi de Agricultura, Étel Latorre, declaró que “se estima que existe una cifra que va en un rango entre cien mil a doscientas mil cabezas de ganado ovino que sería objeto de abigeato al año con el riesgo sanitario que ello implica, afectando la salud de aquellos que adquieren y consumen estas carnes”.
Denunció que existe una cadena de comercialización de carnes mal habidas que en un futuro incierto puede desencadenar enfermedades en la población consumidora, “estas carnes baratas saldrían muy caras” puntualizó. Estos temas han sido latamente conversados con la Seremi de Salud y el Servicio Agrícola y Ganadero quienes han detectado carnes de dudoso origen en recintos de ventas establecidos en las ciudades”.
El abigeato ha alcanzado alarmantes proporciones en la región, según reconocen autoridades y empresarios.
Ayer, el empresario José Marín, dueño del Frigorífico Agromarín, declaró: “El negocio está muy calzado en el campo, mucho más si le siguen robando lo que le están robando y al final el productor y el ganadero no pueden solventar su negocio si al final de cuentas le robaron la mitad de su capital”.
Ayer, el empresario José Marín, dueño del Frigorífico Agromarín, declaró: “El negocio está muy calzado en el campo, mucho más si le siguen robando lo que le están robando y al final el productor y el ganadero no pueden solventar su negocio si al final de cuentas le robaron la mitad de su capital”.
Marín expresó que el robo de animales ha alcanzado tales proporciones que amenaza con afectar la sustentabilidad de la actividad agroindustrial y, además, podría tener incluso serias consecuencias sanitarias. “Hay un tema sanitario de por medio, pues si hay un faenamiento clandestino no hay inspección médico veterinaria. Y los ovinos se caracterizan por tener muchos problemas de parasitismo con enfermedades muy importantes en términos de la salud humana, como la hidatidosis que ha aumentado en la población infantil por causa del contacto con perros y gatos infectados. Pero esos animales no se infectan por nada, sino porque consumen vísceras infectadas y como esas vísceras infectadas no son controladas por el Servicio de Salud porque lo hacen los frigoríficos, esas vísceras provienen del faenamiento clandestino”.
Al respecto, la seremi de Agricultura, Étel Latorre, declaró que “se estima que existe una cifra que va en un rango entre cien mil a doscientas mil cabezas de ganado ovino que sería objeto de abigeato al año con el riesgo sanitario que ello implica, afectando la salud de aquellos que adquieren y consumen estas carnes”.
Denunció que existe una cadena de comercialización de carnes mal habidas que en un futuro incierto puede desencadenar enfermedades en la población consumidora, “estas carnes baratas saldrían muy caras” puntualizó. Estos temas han sido latamente conversados con la Seremi de Salud y el Servicio Agrícola y Ganadero quienes han detectado carnes de dudoso origen en recintos de ventas establecidos en las ciudades”.
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