viernes, 25 de agosto de 2017

ESPAÑA: El municipio extremeño de Siruela resalta su carácter trashumante y ganadero.

El municipio extremeño de Siruela resalta su carácter trashumante y ganadero.


La localidad siroleña ya cuenta en todas sus entradas con un monolito de piedra antigua que muestra la distinción y el título concedido a este municpio pacense como "Capital de Invierno de la Trashumancia", otorgado en Octubre de 2012 por la Asociación Concejo de la Mesta y la Asociación Trashumancia y Naturaleza.
El Alcalde de Siruela y Presidente de la Mancomunidad de municipios de la Siberia, Regino Barranquero Delgado, ha señalado que la implantación de este título en cada entrada del municipio responde "a la importancia que la actividad trashumante y el sector agroganadero tienen para la localidad y la comarca, con la puesta en valor de todos los recursos naturales y ambientales del territorio". Barranquero ha incidido en que "cada persona que visite Siruela debe saber y conocer que es un municipio referente en el pasado, presente y futuro de la trashumancia, apostando por la preservación y mantenimiento de esta práctica milenaria que tan importante es para los pueblos y para el medio ambiente y rural español, siendo Patrimonio Cultural Inmaterial de España". La Siberia Extremeña fue un importante enclave de las comunicaciones trashumantes, “los caminos de la Mesta”, pasando el municipio de Siruela, a partir del año 1.500, a ser sede de una de las reuniones anuales que celebraba el Honrado Concejo de la Mesta.
La Trashumancia en La Siberia
La comarca extremeña de la Siberia celebra cada otoño un evento trashumante, entre los municipios de Siruela y Tamurejo, que sirve para mostrar a la sociedad y a los más jóvenes los entresijos de la actividad trashumante ligada a los oficios tradicionales, los sistemas de producción en extensivo y la ganadería autóctona española. Un recorrido que se viene realizando por la "Cañada Real de las Merinas”, ramal de la Cañada Real Segoviana perteneciente a la red de senderos homologados, sobre un ecosistema de dehesa realizado con razas autóctonas en peligro de extinción según el Catálogo Oficial de Razas de España del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Es un acontecimiento que resalta por su singularidad e interés donde se pone de manifiesto el mantenimiento de las cañadas reales, cordeles y veredas tan importantes para la actividad trashumante, y que cada edición va creciendo e incrementándo la asistencia con numeroso público de todos los rincones de España, y de países europeos como Inglaterra, Alemania, Portugal y Suiza, entre otros. También hay que destacar que durante dos años consecutivos (2011 y 2012) ganaderos de la localidad siroleña participaron en la Fiesta Nacional de la Trashumancia (Madrid) concretamente en las ediciones XVIII y XIX, con un núcleo de ovejas de la raza merina blanca y negra, así como cabras de raza retinta extremeña que pasaron por las céntricas calles de la capital de España.
La Trashumancia: Patrimonio de España.
El Consejo de Ministros de España declaró el pasado mes de abril “La Trashumancia como Manifestación Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial”. La trashumancia, en la actualidad patrimonio vivo, recibió el máximo nivel de protección del patrimonio cultural inmaterial para preservarla en el futuro. Muchos lugares de España deben a la trashumancia parte de su identidad cultural que viene reflejada en las fiestas y tradiciones, en el calendario, en la toponimia, en la transformación del paisaje, en la gastronomía y en la arquitectura tradicional relacionada con esta actividad, como son la construcción con materiales autóctonos de cobijos para los pastores. También se encuentra el legado de la trashumancia en la tradición oral y en la artesanía, así como en el derecho consuetudinario que establece la ordenación de los pastos.
El paso del ganado de las dehesas de invierno a los pastos de verano, y viceversa, ha sido tradicionalmente un mecanismo de intercambios culturales entre los diferentes territorios de la Península Ibérica gracias a la amplia red de vías pecuarias. En estos caminos se produjo la transmisión de noticias y conocimientos que crearon una cierta homogeneidad cultural en territorios distantes. La trashumancia ha ido perdiendo impulso a lo largo del siglo XX debido a las grandes transformaciones culturales, socioeconómicas y urbanísticas que se han llevado a cabo. Entre las causas de la desaparición progresiva del desarrollo de la actividad pastoril trashumante estuvieron la creciente sedentarización y la importancia que fue tomando la agricultura frente a la ganadería, la supresión de privilegios y pérdida de apoyo estatal a la Mesta en el siglo XIX, el éxodo del campo a la ciudad del siglo XX, la homogeneización de la sociedad moderna o el abandono de las formas de vida tradicionales. Son muchos los aspectos a tener en cuenta a la hora de proyectar acciones de salvaguarda en relación a la trashumancia, ya que debe contemplarse tanto la dimensión tradicional de la ganadería trashumante como los diferentes elementos que configuran la actividad ganadera en la actualidad. La elaboración de El Libro Blanco de la Trashumancia en España ha sido una acción de salvaguarda que ha tenido en cuenta estas vertientes. En este documento podemos encontrar un diagnóstico de la situación actual de la trashumancia y una serie de medidas necesarias para su recuperación. El Libro Blanco de la Trashumancia fue impulsado por el Grupo de Trabajo de Trashumancia y Ganadería, en el marco de la Red Rural Nacional 2007-2013, constituido en el año 2009, e integrado por representantes del Ministerio, de las Comunidades Autónomas, y de organizaciones vinculadas a la actividad ganadera trashumante. La trashumancia es una cuestión del pasado y del presente, y con este reconocimiento como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial se apuesta por convertir esta práctica en una cuestión de futuro.

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