El presidente del país altiplánico inauguró el mes pasado una moderna planta para los alpaqueros de su país; en Perú, según Conveagro, estas iniciativas no se dan por falta de decisión política.
A mediados del mes pasado llegó la noticia de que el presidente Evo Morales de Bolivia inauguraba la Empresa Pública Textil de Transformación de Fibra de Camélidos ‘Yacana’ en la zona de Laja, a 36 kilómetros de La Paz. La infraestructura permitirá potenciar la producción de fibra de camélidos para la exportación de hilos y telas de lana de llama y alpaca. En el país altiplánico, esto fue posible gracias a los recursos de un Fondo para la Revolución Industrial Productiva (Finpro).
En la inauguración, Morales recordó que hasta ese momento, los productores bolivianos compraban hilos y telas de Perú, que eran fabricados con lana boliviana, situación que ‘Yacana’ se encargará de cambiar definitivamente.
Lo curioso de esta realidad, comparándola con la realidad peruana, es que Bolivia ha invertido en desarrollar esta infraestructura con una población que solo representa el 8% del total de alpacas a nivel mundial; Perú en cambio tiene el 87% de la población de estos animales y nunca se ha planteado una iniciativa de este tipo.
¿Qué sucede?
Para Héctor Carrasco, presidente de la Convención Nacional del Agro (Conveagro), esto se explica por la falta de determinación política del Gobierno en su apoyo a los alpaqueros. “Solicito apoyo inmediato para la creación del Instituto Nacional de Camélidos, para lo cual ya hay una propuesta en la Comisión Agraria del Congreso”, señaló para Agraria.pe.
Otro punto pendiente, desde la perspectiva del líder gremial, es un mayor presupuesto para el sector, pues el actual, que ha quedado en unos 15 millones de soles, viene desde el último gobierno de Alan García.
“Además, tampoco se ha dado un sol de crédito a los alpaqueros en esta gestión”, agregó.
Finalmente, abordó el proceso de industrialización, en el cual, como demuestra el caso boliviano, hemos quedado a la saga.
“El presidente Evo Morales inauguró en Bolivia una planta para la industrialización de la fibra de alpaca por 38 millones de dólares. Ellos solo tienen el 8% de la población alpaquera del mundo, en cambio Perú tiene el 87% de esta población y no hay la mínima intención de invertir o transformar la materia prima. Tan solo en la región de Arequipa hay más alpacas que en toda Bolivia, es increíble. Necesitamos copiar lo positivo y el ministro debe responder por estas iniciativas”, reclamó Carrasco.
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