La importancia de la morfología de la ubre, en las razas de aptitud láctea, viene dada porque la forma condiciona un ordeño rápido y completo, ganando tiempo y confort de trabajo. Por ello, la morfología mamaria suele ser uno de los caracteres objetivo de selección. La finalidad de medir estos caracteres es mejorar la aptitud de la ubre al ordeño mecánico, según señala un reportaje sobre la calificación morfológica en el ovino de leche que se publica en el último número de la revista Consorcio Manchego.
Profundidad de la ubre
Comprende la distancia existente entre la inserción posterior de la ubre y la base. Su calificación se hace en relación con la alzada de la oveja, tomando como referencia el corvejón. Así, ubres muy profundas, aunque suelen estar asociadas a una buena producción (cisternas grandes), también están más predispuestas a lesiones y a la aparición de mamitis, por lo que se aconseja evitar este tipo de ubres (caídas, descolgadas, etc.).
Inserción de la ubre
Abarca el área o base de inserción o sujeción de la ubre al abdomen. Es posiblemente, uno de los parámetros más importantes relacionados con la producción y de ahí que se considere como óptimo el perímetro máximo.
Verticalidad de pezones
Guarda relación con el ángulo que proyecta la línea imaginaria de inserción del pezón con la vertical. Es evidente que la mayor facilidad de ordeño, al menos desde un punto de vista de la conformación, está asociada a su aproximación a la verticalidad.
Tamaño de los pezones
Tanto los pezones pequeños como los grandes son peligrosos al predisponer al animal a padecer mamitis, dificultan la cría, la colocación de las pezoneras…
Conformación global de la ubre
Es la valoración morfológica de la ubre en su conjunto, comparándola con el tipo ideal para el ordeño mecánico, teniendo en cuenta el resto de factores anteriores.
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