La disponibilidad y el uso de medicamentos antimicrobianos han transformado la práctica de la medicina humana y veterinaria. Las infecciones que alguna vez fueron letales ahora se pueden tratar y el uso de agentes antimicrobianos ha mejorado tanto la salud pública mundial como la sanidad animal, así como la seguridad alimentaria y la inocuidad de los alimentos. Sin embargo, su uso excesivo e indebido ha acelerado drásticamente el surgimiento y la proliferación de organismos resistentes a estos agentes, lo cual implica una amenaza considerable para la salud humana y la sanidad animal. De esta premisa parte un artículo publicado en la revista Consorcio Manchego.
Para ello, este artículo apuesta por la prevención, para la que aporta una serie de ideas generales:
- Aplicar medidas de bioprotección e higiene: ropa de trabajo específica para cada actividad; limitar el acceso a la explotación; habilitar instalaciones para lavarse y desinfectarse las manos cerca del lugar de trabajo; garantizar una rápida retirada de los animales muertos; seguir un calendario estricto de limpieza y desinfección; y realizar controles de desinfección y control de plagas regulares.
- Elaborar protocolos claros para la prevención de enfermedades y para el manejo de los animales con higiene.
- Mejorar los sistemas de manejo, propiciando condiciones de alojamiento y transporte, ventilación y ambientales adecuadas para los animales.
- Evitar situaciones de estrés que puedan debilitar el sistema inmunológico.
- Introducir planes de salud específicos según estado fisiológico de los animales, para lograr una mejora gradual de la salud de los rebaños.
- Aplicar programas para controlar enfermedades animales específicas por medio de la vacunación.
- Utilizar alternativas a los antimicrobianos científicamente probadas, eficaces y seguras.
- Utilizar solo piensos y agua seguros y de alta calidad-
- Proporcionar incentivos al sector ganadero para adoptar medidas preventivas eficaces y a hacer un seguimiento de los agentes patógenos y su sensibilidad en el rebaño, con el objetivo final de garantizar la utilización basada en pruebas de los antimicrobianos en rebaños individuales.
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