viernes, 10 de agosto de 2018

Precios diferenciales en EE.UU. incentivan negocio ovino


Uruguay : Está en marcha un nuevo compartimento en el norte
Un nuevo compartimento ovino de alta bioseguridad está en vías de instrumentación en el norte del país. En la medida en que se van generando nuevas exportaciones de carne ovina con hueso a Estados Unidos, procedente del compartimento ovino y los precios comienzan a ser atractivos, surgen más interesados en instalarlo.
Hasta el momento hay tres compartimentos ovinos de alta bioseguridad, figura sanitaria inventada por uruguayos, avalada en el código zoosanitario de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), donde trabajan integradamente el sector público y el privado. El primero fue el del Campo Experimental “Dr. Alberto Gallinal”, perteneciente al Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL). Luego surgió el de la Colonia “San Gabriel”, perteneciente al Instituto Nacional de Colonización, donde también están integrados el Movimiento de la Juventud Agraria y Asociación Rural de Reboledo. El más nuevo corresponde al establecimiento maragato “Santa Leopoldina” de la familia Tedesco y a su vez, fue el primero privado.
Los compartimentos de alta bioseguridad son habilitados, auditados y certificados -al igual que la faena en condiciones especiales- por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, pero precisan la figura de un veterinario particular responsable y habilitado por la secretaría de Estado.
“El compartimento debe cumplir con normas de alta bioseguridad, que no son imposibles, aunque alguna puede ser más complicada. Son normas básicas de producción de carne ovina de alta calidad, con respeto por el bienestar animal y el medio ambiente, llegando a producir un producto inocuo y con seguridad alimentaria”, aseguró a El País el Dr. Jorge Bonino Morlán, asesor privado y delegado de la Asociación Rural del Uruguay ante la OIE.
Procedimiento. Los productores interesados en instalar un compartimento ovino, deben dirigirse a la Dirección General de Servicios Ganaderos, enviando una solicitud a su director, donde se debe escribir una breve reseña del predio, las dimensiones, la finalidad del compartimento -sea para producir carne o para la producción de genética-, pero a la vez, deberá negociar el precio de esos corderos con un frigorífico exportador. El proyecto describiendo instalaciones está escrito y bien probado a nivel de establecimiento, al igual que todo el proceso de producción y faena especial.
“El primer objetivo del compartimento de alta bioseguridad que creó Uruguay fue entrar con carne ovina con hueso en Estados Unidos -el primer embarque fue el 27 de octubre de 2017-, pero también hay posibilidades para genética de bovinos y ovinos”, reconoció Bonino. Más allá de EE.UU., la meta es entrar en la Unión Europea con cortes ovinos con hueso y hay negociaciones en curso.
Precios. Si bien el precio del kilo de cordero producido en el compartimento es acordado entre el productor y el frigorífico exportador, manejándose entre 15% y 20% sobre el precio tradicional de la tonelada de carne ovina, según datos de la Dirección de Aduanas el valor de la tonelada exportada por Uruguay llegó a US$ 6.000.
Bonino dice que se están recibiendo más consultas de interesados en instalar nuevos compartimentos, incluso de instituciones.
Por su parte, el Ing. Agr. Marcelo Grattarola, productor y ex técnico del SUL en Paysandú, dijo a El País que hay que darle mayor empuje a esta herramienta para “diferenciar la producción ovina e incentivar la cría. El precio del cordero empuja toda la cadena”.

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