España ha ido mejorando progresivamente su balanza comercial por lo que respecta a los quesos, con un importante crecimiento sostenido del valor de sus exportaciones, junto a una moderación en el caso de las importaciones, aunque todavía presenta una balanza con datos bastante negativos para la industria quesera nacional.
En las estadísticas oficiales que maneja el Ministerio de Agricultura, en el que no se recogen los datos relativos a cada una de las especies, sino que únicamente se informa de los datos globales, en el pasado año 2016 se vendieron quesos al exterior por un valor total de 407,9 millones de euros, lo que significa un incremento del 5,9% frente a los 385 millones de euros del ejercicio 2015. Si se realiza la comparación con el año 2009 cuando tan sólo se vendía queso por 182,6 millones de euros, el aumento se sitúa en un espectacular 123,4%.
En el caso de las importaciones, los últimos datos actualizados indican que se han comprado queso por un valor de 870,7 millones de euros, lo que señala un déficit en la balanza comercial de casi 463 millones de euros.
Las principales exportaciones españolas de quesos se dirigen a los mercados de Francia, Italia, Portugal y Estados Unidos, mientras que los principales suministradores exteriores de los consumidores españoles son Francia, Alemania, Países Bajos y Dinamarca.
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